miércoles, 16 de enero de 2008


Me duele, un dolor constante que no me deja vivir… así no se puede, por mas que le pongas todas las ganas del mundo, él sigue ahí, recordándote a cada momento que no estás sola, que tenés otra cosa incorporada en tu cuerpo.
Él no se ve, es invisible, pero se hace sentir, eso sí, y cómo se siente. Una punzada? Un pellizcón? Un pisotón? Todo eso junto multiplicado por dos. Así se siente.
Con tantas metas por lograr ¿por qué a mí? Y todos tranquilamente te responden ¿por qué no a vos? Porque yo soy buena, doy lo mejor que puedo para recibir una cosa así? Entonces ni vale la pena intentarlo, si total no importa lo que haga, siempre algo va a terminar mal.
Quiero mi vida de vuelta, quiero alcanzar mis metas, quiero tenerte LEJOS de mí.
A veces pensás que mejora y una leve brisa de esperanza corre por tus venas, pero después vuelve este intenso dolo, y todo lo que pudiste fortalecerte se vuelve a caer en un santiamén.

No hay comentarios: