lunes, 2 de marzo de 2009

C on t r a di c c ión

Y se termina este gran recreo que nos dan las instituciones todos los años para liberar nuestras mentes, disfrutar del tiempo libre y si uno tiene suerte, respirar otro aire.
Se espera tanto el momento en que se acaban las responsabilidades, que cuando llega, no se sabe por donde empezar a disfrutar. Tanto que nunca se hace y cuando uno se quiere dar cuenta ya se hizo marzo y de vuelta a la rutina.
Es increíble cómo el ser humano realiza las cosas que más odia como lo más natural de la vida. Todos odiamos la rutina, pero todos tenemos una. Todos odiamos los horarios, pero todos los seguimos. Todos odiamos tener obligaciones, pero todos las cumplimos. Todos odiamos tener superiores, pero todos los escuchamos.
Todos tenemos contradicciones, a contradicción de lo que queremos, que es no contradecir.
Siempre es así, en todos los aspectos del camino.
En el estudio, en el trabajo, en la familia, en la amistad, en el amor, etc.
En contradecir es en lo único en lo que el ser humano sí es perfecto, sino fijémonos que no hay ni uno solo en todo el mundo que no lo haga; o no nos vayamos tan lejos y leamos otra vez este texto que solo dice contradicciones incoherentes.
Mejor volvamos a la rutina que es lo que mejor nos sale, en vez de perder el tiempo intentando no contradecirnos...
...y disfrutemos la vida.

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